Los alimentos desperdiciados emiten 3,3 gigas toneladas de gases de efecto invernadero, lo que aumenta la temperatura del planeta y afecta todas las vidas.
Estas cifras no sólo corresponden al desperdicio en los hogares, sino al de toda la cadena de suministro de alimentos. Desde la cosecha, envasado, y transporte, hasta la comercialización.
Fuente: El Agricultor Primero